domingo, 24 de noviembre de 2024

Red Hulk vs Wonderwoman: Prólogo

 

Sala de conferencias subterránea del Pentágono.

Altos mandos militares, asesores de seguridad nacional y miembros del gbierno debaten sobre los recientes fracasos de las intervenciones militares en varias regiones del mundo. Un gran mapa digital ilumina la sala, mostrando puntos conflictivos en todo el globo: Medio Oriente, Europa del Este, Asia.


Uno de los Generales comenta:
“El mundo está al borde del colapso. Cada vez que intentamos intervenir en uno de estos conflictos, nuestros enemigos no solo nos ignoran, sino que se vuelven más atrevidos. Nuestros aliados se están debilitando, y nosotros... nosotros parecemos incapaces de hacer nada significativo.”

El General Thaddeus "Thunderbolt" Ross, sentado al final de la mesa, escucha con expresión de acero, pero la frustración se le nota en las líneas tensas de su mandíbula. El mapa frente a ellos muestra crisis crecientes en varios países: una guerra civil en Siria que se prolonga sin solución, la invasión de una nación europea por fuerzas no identificadas, y una serie de incidentes terroristas en Asia Central que han desafiado a las fuerzas armadas más poderosas del mundo.


Secretaria de Defensa:
“No es solo que estos conflictos estén fuera de control. Estamos siendo eclipsados. Ya no somos la única superpotencia. Hemos gastado miles de millones en mantener la paz en el extranjero, y sin embargo, grupos insurgentes, fuerzas paramilitares y ahora... superhumanos están haciendo que nuestras fuerzas militares parezcan inútiles.”

 

El General Ross interrumpe:
“Y ese es precisamente el problema. No son solo guerras convencionales. Estamos luchando contra fantasmas, contra amenazas que no podemos derrotar con tanques y aviones. Enfrentamos a terroristas y guerrilleros que desaparecen en la noche, y ahora... criaturas sobrehumanas que nos hacen ver como hormigas.”

El tono de Ross es implacable, casi furioso. Mientras habla, la pantalla cambia, mostrando imágenes de anteriores batallas fallidas: los Avengers combatiendo en Nueva York y Sokovia, Hulk destruyendo ciudades, y la incursión fallida en un conflicto en Europa del Este, donde un grupo de "meta-humanos" derrotó con facilidad a una división del ejército.

Secretario de Estado:
“En cada intervención, nuestros hombres son humillados. Incluso cuando intentamos negociar la paz en estas estúpidas guerras entre naciones, se nos ve como débiles. Ningún país respeta el poder de Estados Unidos como antes. Hemos perdido nuestra influencia.”

 

Ross no puede contenerse más y alza la voz:
“Es porque hemos permitido que otros nos superen. Nos hemos quedado atrás en una era en la que la guerra ya no es solo entre naciones, sino entre seres con habilidades que ni siquiera podemos comprender. Si no tomamos medidas drásticas ahora, perderemos cualquier tipo de control que nos queda.”

Los demás generales lo miran, algunos con incertidumbre, otros con curiosidad. Ross es conocido por su determinación, pero también por sus posturas extremas. Está claro que lo que está a punto de decir no será bien recibido por todos.

Ross continúa, con tono más frío y mordaz:
“Hemos sido testigos de seres con un poder inmenso: Hulk, los Avengers, esas... criaturas como Wonder Woman. Y todos ellos han dejado claro algo: no hay respeto sin fuerza. Si queremos ser tomados en serio nuevamente, tenemos que convertirnos en algo que estos enemigos no puedan ignorar. Yo me ofrezco para ser esa fuerza. No podemos esperar más.”


Los generales intercambian miradas nerviosas, sabiendo que Ross está proponiendo algo que podría cambiar las reglas del juego, pero a un costo impredecible.

El Secretario de Estado, como quien trata de calmar la tensión, interviene:


“¿Y qué pasa con esos mismos héroes, Ross? Los Avengers, Wonder Woman... Han sido capaces de enfrentar amenazas a las que nosotros no hemos podido. Quizás deberíamos considerar confiar en ellos.”

Ross, irritado y visiblemente ofendido, responde:
“No podemos depender de seres que no están bajo nuestro control, y mucho menos de alguien como Wonder Woman. No vamos a dejar que su ridículo traje sea el símbolo de nuestra salvación. ¿No lo ven? ¡Desafía el peligro con sus extremidades desprotegidas mientras nosotros dependemos de armaduras pesadas! Es un insulto a nuestras tropas. El Ejército de los Estados Unidos debe ser quien recupere su gloria, no una heroína extranjera con una cuerda mágica.”

--Dos días despúes---

Ross camina por un pasillo frío hacia un laboratorio militar, acompañado solo por el eco de sus pasos. En la sala, el Dr. Samuel Sterns, con el rostro cansado y manos temblorosas, ajusta los últimos parámetros del experimento. Un tanque blindado, iluminado por luces rojas, ocupa el centro del lugar.

Sterns (sin levantar la vista):
"Nunca pensé que llegarías tan lejos, General."

Ross (con autoridad):
"No hay tiempo para dudas, Sterns. Esto es más importante que nuestras reservas morales."

Sterns (frunciendo el ceño):
"No hay garantías, Ross. Lo que pasó con Banner... Esto podría ser peor."


Ross (mirando el tanque):
"Lo entiendo. Pero estamos en una guerra que no podemos ganar con armas convencionales. Solo haz tu trabajo."

Con un silencio tenso, Sterns ajusta los controles mientras Ross observa el tanque, su mirada fija en el poder que está a punto de obtener.

Ross (murmurando):
"No necesito ser un héroe. Solo ganar."


La Transformación

Dentro del tanque, Ross siente la radiación gamma invadir su cuerpo como un trueno. El dolor es insoportable, cada célula se desgarra y reconstruye, transformándolo. Sus músculos se expanden grotescamente, su piel se vuelve roja y su mente, disciplinada hasta ahora, comienza a fracturarse.


Pensamiento de Ross:
"¡Control! ¡Debo... controlar! Pero este poder... es demasiado."

Su cuerpo se expande su ropa se aprieta.


Con un rugido colosal, rompe el tanque. Los fragmentos vuelan por el laboratorio mientras Sterns, horrorizado, retrocede. La criatura que emerge es Red Hulk, una fuerza de pura furia y destrucción. Los sistemas de seguridad colapsan mientras Ross intenta recuperar el control, pero la furia lo consume.


 Continuará.

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